BUKAVU - 10 de septiembre de 2017
La demanda contra Masudi Alimasi Frédéric, alias Koko di Koko, se presentó en el tribunal militar de Kivu del Sur. El líder de la milicia Koko di Koko y sus coacusados serán juzgados por delitos de violación y otros. Las partes civiles serán defendidas por el equipo jurídico de Panzi.
Varios meses después de su detención por el ejército congoleño en los bosques de Shabunda, Raiya Mutomboki Koko di Koko se enfrenta a la justicia militar. El tribunal militar ha organizado dos audiencias que tendrán lugar el 12 y el 20 de septiembre.
Para los grupos de la sociedad civil, incluidos los de la clínica jurídica de la Fundación Panzi, esta audiencia está resultando muy decisiva para la continuación de la investigación. En esta ocasión, se solicitará la reubicación del juicio en los lugares donde se cometieron los crímenes, atribuidos a Koko di Koko y su banda.
Masudi Alimasi alias Koko di Koko será considerado responsable de los actos de violación, esclavitud sexual, asesinato, privación de libertad y otros delitos que se cometieron en Kabikokole, en el territorio de Mwenga, así como en Kamungini, Bimpanga, Wameli, Kigulube, Keba y Parking, en el territorio de Shabunda.
En este caso, se incrimina al Estado congoleño por haber incumplido su deber soberano de proteger y asegurar a la población y sus bienes.
A modo de recordatorio, la noche del 8 de febrero de 2018, el grupo Raiya Mutomboki dirigido por Koko di Koko asaltó la aldea de Kabikokole, en el corazón del bosque de Lugushwa, en el territorio de Mwenga. Ante una población indefensa, los milicianos cometieron actos atroces durante toda la noche. Tras destruir el único puente que conecta Kabikokole con otras aldeas, los hombres de Koko di Koko tomaron como rehenes a más de un centenar de mujeres, las encerraron en una casa y cometieron violaciones masivas. Después, el grupo saqueó el pueblo y secuestró a algunas mujeres.
Dos meses más tarde, en abril del mismo año, se acusó al mismo movimiento criminal de haber cometido abusos similares en las aldeas de Shabunda, mencionadas anteriormente.
En Kabikokole, al igual que en el territorio de Shabunda, la Fundación Panzi había enviado un equipo multidisciplinar sobre el terreno para la atención psicológica y médica de las víctimas, pero también para la documentación por parte del abogado, con el fin de preparar un posible procedimiento judicial.
Ahora que el caso está bajo investigación judicial, la Fundación Panzi actúa en favor de las víctimas a través del Grupo de Trabajo de Justicia, un consorcio que reúne a varias organizaciones activas en el campo de la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la impunidad de los crímenes contra la humanidad.
El Grupo de Trabajo sobre Justicia está formado por la Fundación Panzi, la Oficina Conjunta de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (UNJHRO), TRIAL International, la Unidad de Apoyo a la Acusación (CAP), PHR y muchas otras organizaciones nacionales y locales.
Los abogados de las partes civiles están a la espera de solicitar que el juicio de Koko di Koko se celebre en un tribunal móvil, cerca de los dos lugares donde se cometió este crimen, para permitir a las víctimas revivir el restablecimiento de la autoridad del Estado contra los autores de los crímenes.
Dependiendo de la decisión de los jueces del tribunal militar, el juicio podría continuar en Kitutu, el centro más cercano a Kabikokole, y en Kigulube, una ciudad rodeada por las diversas aldeas donde se registraron los abusos firmados por Koko di Koko, en el territorio de Shabunda.