El jueves 20 de julio, la Fundación Panzi desplegó un equipo en los campamentos de Don Bosco en Goma, llevando alimentos a 3.915 familias desplazadas y kits de higiene y dignidad a 2.884 mujeres.
Esta intervención está especialmente dirigida a mujeres y niñas que corren un mayor riesgo de sufrir violencia sexual y de género cuando se ven desplazadas por un conflicto. El proyecto también pretende mejorar sus condiciones de salud sexual y reproductiva protegiéndolas contra las enfermedades urogenitales que podrían derivarse de la falta de acceso a productos de higiene menstrual.
Desde marzo de 2022, han surgido campos de refugiados en la ciudad de Goma y sus alrededores, capital de la provincia de Kivu Norte, a raíz de los violentos conflictos entre el ejército congoleño y la rebelión del Movimiento 23 de Marzo (M23). El M23 es un grupo armado responsable de numerosos crímenes de guerra y actos de terrorismo en el noreste de la República Democrática del Congo desde hace años.
Disuelto oficialmente en 2013, el M23 resurgió en Kivu Norte en 2021. Han sido especialmente activos en el triángulo fronterizo de Bunagana, que separa el Congo de Ruanda y Uganda. Desde 2022, la comunidad internacional ha reconocido que el M23 se beneficia del apoyo de las autoridades ruandesas[1], lo que ha complicado aún más la geopolítica en la región y los esfuerzos de socorro.
El renovado vigor y violencia de este movimiento terrorista, salpicado por la toma de importantes poblaciones en los territorios de Rutshuru, Nyiragongo y Masisi, hasta las puertas de la ciudad de Goma, ha llevado a miles de familias a abandonar sus aldeas y concentrarse en campos mantenidos por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados en las afueras de Goma.
Sobreviviendo como pueden a esta crisis humanitaria en las precarias condiciones de los campos, las familias desplazadas se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad y se enfrentan a numerosos abusos. Los informes de Naciones Unidas señalan un recrudecimiento de las violaciones graves de los derechos humanos en estos campos de refugiados, con más de 38.000 casos de violencia sexual denunciados. Numerosas organizaciones no cesan de pedir ayuda para los desplazados confinados en los campos de refugiados de Kivu Norte, privados de sus necesidades básicas.
La Fundación Panzi se ha comprometido a apoyar a estas familias y reconoce que ninguna ayuda de emergencia borrará el horror de la guerra y el trauma sufrido por estas comunidades. Sólo la justicia transicional y una paz duradera permitirán a las nuevas generaciones disfrutar de una vida libre de violencia.
El 28 de abril, el Dr. Denis Mukwege anunció el lanzamiento de un proyecto humanitario de emergencia para ayudar a las familias desplazadas de los campos de refugiados de Goma, y que la Fundación Panzi pagaría la escolarización y los exámenes estatales de 771 alumnos desplazados.
La intervención se puso en marcha oficialmente el 20 de julio, y proporcionó a cada familia desplazada del campamento "Don Bosco" un kit de alimentos, que incluía 25 kg de arroz, 5 litros de aceite vegetal, 12,5 kg de judías, 25 kg de harina de maíz y 5 paquetes de sal de cocina. Además, las mujeres y niñas refugiadas recibieron un kit de higiene compuesto por un taparrabos, compresas, ropa interior, un par de zapatillas, dos recipientes vacíos para recoger agua, dos pastillas de jabón de lavandería, un cubo y un tubo de dentífrico con un cepillo de dientes.
Este proyecto cuenta con el apoyo de Cáritas Italia y la contribución de AMADE.
[1] Informe del Grupo de Expertos de las Naciones Unidas sobre la RDC