Con gran desolación descubrí las imágenes de los desafortunados incidentes ocurridos en varias bases de la MONUSCO en Goma ayer, lunes 25 de julio de 2022. Algunas oficinas fueron saqueadas y el equipo saqueado. Los manifestantes fueron reprimidos violentamente.
Esto es deplorable.
Me solidarizo con la situación de la MONUSCO y el trauma de su personal. Condeno estos actos que no constituyen un medio de protesta digno, pacífico y democrático. También condeno enérgicamente el uso desproporcionado de la fuerza que causó las muertes y los numerosos heridos de los manifestantes. Ofrezco mis más profundas condolencias a las familias de las víctimas.
Aunque la frustración de la población de Goma es comprensible porque vive las horribles consecuencias de esta guerra que nos imponen algunos países vecinos, esta frustración debería expresarse con la no violencia. Había una manera de exigir a la comunidad internacional más sanciones contra las masacres y los actos terroristas en el este de nuestro país, que son conocidos, sin caer en la trampa de una violencia que beneficia principalmente a los enemigos de la paz en la región de los Grandes Lagos africanos.
Hago un llamamiento a todos para que actúen con moderación y exijan a las autoridades políticas congoleñas que eviten el lenguaje incendiario que incita a la población y alimenta la violencia.
En estos momentos difíciles para nuestro país, invito a nuestro pueblo a mantener la lucidez y la calma y a apoyar los esfuerzos de guerra de nuestras fuerzas de defensa, que cuentan con el apoyo logístico de la MONUSCO. A pesar de las dificultades a las que nos enfrentamos cada día, no confundamos al enemigo.