24 de octubre de 2022, Bukavu, República Democrática del Congo - Con horror hemos sido informados de la masacre cometida en la noche del 19 al 20 de octubre de 2022 en Maboya, una aldea situada en la provincia de Kivu Norte, en el este de la República Democrática del Congo.
Condenamos enérgicamente este atentado atribuido a elementos del grupo terrorista ADF, cuyo balance provisional es de siete personas muertas, entre ellas la hermana Dra. Marie-Sylvie Kavuke Vakatsuraki, que perdió la vida junto a sus pacientes mientras estaba de guardia en el Centro de Salud de Referencia de Maboya, gestionado por la Oficina Diocesana de Obras Médicas de la Diócesis de Butembo-Beni.
También lamentamos el saqueo y el incendio de varias casas, así como la destrucción del Hospital de la Comunidad Bautista de África Central, situado cerca del Centro de Salud de Referencia de Maboya.
Estos atroces crímenes no pueden quedar impunes e instamos a las autoridades congoleñas a que lleven a cabo una investigación para que los responsables rindan cuentas de sus actos.
Los hospitales nunca pueden ser un objetivo y el personal médico y los pacientes deben estar protegidos en cualquier circunstancia.
Las masacres del Hospital de Lemera del 6 de octubre de 1996 iniciaron el reino de la impunidad del que gozan los autores y patrocinadores de este grave crimen. La masacre de Lemera está recogida y descrita en el informe cartográfico publicado por Naciones Unidas en 2010. La ausencia de respuesta de la justicia nacional e internacional ante estas flagrantes violaciones de los derechos humanos y del derecho internacional humanitario alimenta la repetición de estos ataques a las estructuras sanitarias hasta el día de hoy.
Ha llegado el momento de poner en práctica las recomendaciones del Informe de Mapeo y de adoptar una estrategia nacional holística de justicia transicional para romper el ciclo infernal de violencia e impunidad que destruye el Congo cada día. Ha llegado el momento de consolidar el Estado de derecho y evitar que se repitan las atrocidades masivas que han desgarrado a todas las familias congoleñas durante más de un cuarto de siglo.
Ofrecemos nuestras condolencias a las familias de las víctimas y a sus seres queridos, a la Orden Nacional de Médicos, a la Congregación de las Hermanitas de la Presentación de Nuestra Señora del Templo de Butembo y a Monseñor Sikuli Paluku Melchizedech, Obispo de la Diócesis de Butembo-Beni.
Invitamos a todos los médicos congoleños a manifestarse pacíficamente el día de los funerales de la hermana Dra. Marie-Sylvie Kavuke Vakatsuraki para expresar nuestra indignación ante este crimen que amenaza el ejercicio de nuestra profesión y que no puede pasar de ninguna manera como una simple noticia.
Pueblo congoleño, levántate y camina. Tomad las riendas de vuestro destino.
Denis Mukwege
Premio Nobel de la Paz 2018