Violaciones y asesinatos de niños declarados crímenes de lesa humanidad en un caso histórico
(Washington, DC) La siguiente es una declaración de la Fundación Panzi USA sobre la histórica sentencia en el juicio de Kavumu que ha concluido hoy en el este del Congo.
Abuso de poder y camino hacia la justicia
Los crímenes de asesinato y violación sistemática de niños muy pequeños perpetrados por Frederic Batumike, un parlamentario del Congo, y su milicia aterrorizaron a niños, padres y a la comunidad de Kavumu durante más de un año. La naturaleza atroz de los ataques creó una indignación que se extendió mucho más allá de Kavumu.
A lo largo de esta crisis, una coalición de líderes de asociaciones locales, profesores, abogados, representantes de ONG y defensores de los derechos humanos trabajó para hacer frente a la violencia sexual en Kavumu. En abril de 2016, convocaron un importante simposio dirigido por la comunidad, "Consorcio SOS Jeune Filles en Danger", en el centro de cuidados posteriores y conferencias Maison Dorcas del Hospital Panzi.
Los conocimientos técnicos de los médicos del Hospital Panzi y de la Fundación Panzi RDC, junto con otros profesionales médicos y jurídicos -como Médicos por los Derechos Humanos y TRIAL International- facilitaron la documentación rigurosa de cada caso. Esto, además de la cuidadosa conservación de las pruebas, fue fundamental para el proceso judicial.
Un camino complicado hacia la curación
Los bebés, los niños pequeños y los niños de corta edad sufrieron lesiones graves y extensas en sus órganos y sistemas reproductivos. No se puede subestimar la gravedad del trauma al que todavía se enfrentan cada niño y su familia.
Las lesiones incluyen la destrucción del cuello uterino, los órganos reproductores, las vejigas, la fístula y un grave traumatismo en el abdomen. Se desconoce si, o cuántas, de las niñas supervivientes se recuperarán y tendrán funciones sexuales o reproductivas normales.
Los médicos, psicólogos, clínicos y personal de Panzi siguen atendiendo a los niños y supervivientes. Es nuestro compromiso apoyar su trabajo, y a las familias de aquellos a los que servimos cada día.
Próximos pasos para la justicia
La condena de Batumike y su milicia, 12 hombres en total, por crímenes de lesa humanidad por violación y asesinato es un momento histórico en la lucha contra la impunidad de crímenes de esta naturaleza. Muchas, muchas más mujeres y niñas, y niños, esperan que se haga justicia en el Congo.
El Tribunal de Bukavu hizo posible el tribunal móvil para las víctimas y los supervivientes en Kavumu. La sólida colaboración entre los profesionales médicos y jurídicos con la sociedad civil y las familias afectadas fue y sigue siendo fundamental.
Ningún padre, ningún niño, ninguna persona debería enfrentarse a la violencia. La insoportable carga a la que se enfrentan estas familias debe ser respondida con acciones: a través de la atención holística e integral centrada en el superviviente que se proporciona en primera línea, a través del proceso judicial, de instituciones más fuertes y con una comunidad internacional solidaria y comprometida.
Las violaciones de niños en Kavumu sacuden la conciencia, y no podemos -y no debemos- distanciarnos de esta realidad. Mientras se niegue la justicia a cualquier víctima, el trabajo debe continuar. La comunidad internacional debe responder. Las violaciones diezman a la humanidad. En la víctima de cada crimen y dentro de cada uno de nosotros.
La justicia en Kavumu debe ser un paso hacia el fin de la impunidad en el Congo, y en todo el mundo.
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