DR. DENIS MUKWEGE INTERVIENE EN EL AÑO EUROPEO DEL DESARROLLO

Presentación del doctor Mukwege con motivo de las Jornadas Europeas del Desarrollo - Bruselas - 4 de junio de 2015 

Monsieur le Commissaire Mimica,

Distinguidos invitados,

Mesdames, Messieurs, 

Le agradezco que me conceda la palabra con motivo de esta nueva edición de las Jornadas Europeas del Desarrollo. 

En un mundo dominado por la competencia y la concurrencia, la cooperación tiene vocación de ser la piedra angular de un mundo más justo. Debe reflejar la solidaridad entre los pueblos que comparten nuestra humanidad común. 

La cooperación al desarrollo es la voluntad de los países avanzados de trabajar conjuntamente, en un espíritu de colaboración, con los países en vías de desarrollo, con el fin de crear las condiciones favorables para el desarrollo de un mundo sin pobreza, en el que cada uno tenga la posibilidad de tener una vida decente, conforme a la dignidad humana. 

Para mí, la ayuda al desarrollo es un acto altruista, noble, que no podemos asimilar a un acto de piedad, sino a una toma de conciencia de nuestra responsabilidad compartida entre seres humanos que tienen un mismo destino.  

En un mundo cada vez más interdependiente, el hombre debe comprender que su vida, su dignidad y su seguridad dependen sobre todo de las de sus semejantes. Y la paz y la prosperidad en Europa dependen también de la estabilidad y el desarrollo en el resto del mundo.  

Mesdames, Messieurs, 

Estamos convencidos de que la globalización de las relaciones económicas debe ir acompañada de un refuerzo del principio de universalidad de los derechos humanos. La protección de la dignidad humana debe estar en el centro de todas las estrategias y las políticas de desarrollo deben guiarse por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que garantiza a cada ser humano el derecho a la seguridad y a tener una vida decente.  

Gracias a la cooperación al desarrollo, podemos soñar con un mundo sin pobreza. Oponerse a la ayuda al desarrollo sería, por tanto, un acto de repliegue sobre sí mismo, que no puede conducir sino al aislamiento, que es contrario al espíritu de cooperación.  

La cooperación al desarrollo es, por tanto, la piedra angular no sólo de un mundo justo, sino también de un mundo en busca de la seguridad en el que se respeten las libertades individuales.  

Mesdames, Messieurs, 

En la actualidad, formular la visión de un mundo en el que la pobreza sea erradicada puede ser una utopía. Muchos piensan que la pobreza es una elección, una fatalidad.  

Por nuestra parte, pensamos que la injusticia y la pobreza son creaciones del hombre con el fin de dominar y erosionar su entorno para acumular bienes y riquezas en detrimento de cualquier consideración moral y ética. 

Mesdames, Messieurs, 

Un mundo justo y sin pobreza no es una utopía. Il n'y a pas de fatalité.  

La aplicación de principios éticos en la producción de riqueza y de mecanismos de redistribución equitativos puede erradicar la pobreza en muchos países que hoy están en vías de desarrollo. 

Como ya dije, hay cierta nobleza en la cooperación al desarrollo, pero también puede tener efectos perversos

Esta perversión se manifiesta sobre todo en los siguientes casos: 

Cuando el donante dona : 

- con el único fin de tranquilizar su conciencia, sabe perfectamente que el dinero que dona se gasta y termina en los bolsillos de algunos dignatarios no redimibles. 

- con un objetivo geoestratégico: antes de la caída del muro de Berlín, la ayuda al desarrollo estaba condicionada sistemáticamente a la alineación ideológica, pero este camino sigue siendo actual en el espíritu de trabajo de muchas agencias de cooperación.  

- con una obligación expresa o tácita de privilegiar a las empresas del país donante, y como sucede muy a menudo hoy en día, cuando el donante privilegia la obra principal no calificada de su país a la obra principal local. 

Por otra parte, el beneficiario de la ayuda no puede disfrutar ni acostumbrarse a vivir bajo la influencia de las ayudas externas. Por lo tanto, pierde toda su capacidad de iniciativa y de autonomía y se queda con lo mínimo y, en consecuencia, la ayuda al desarrollo le perjudica aún más. 

Por lo tanto, los donantes y los beneficiarios deben vivir constantemente en una armonía de visiones y objetivos a alcanzar. Todos son corresponsables de la finalidad de la ayuda al desarrollo y de su eficacia. 

Mesdames, Messieurs, 

La ayuda al desarrollo sólo tiene sentido si se trata de sacar a los beneficiarios de la pobreza. Pero si después de 50 o 60 años, un país sigue recibiendo ayuda mientras la situación socioeconómica de sus conciudadanos se degrada, entonces esa ayuda al desarrollo es totalmente noble.

Y en algunos casos, la ayuda al desarrollo de un país sería simplemente no darla. 

Esta situación debe llevar a la redefinición de la responsabilidad compartida de donantes y beneficiarios.  

Dos consideraciones son importantes para esta redefinición de la corresponsabilidad.

1. Un cambio de mentalidad: la cooperación al desarrollo debe ser respetuosa con cada socio. El donante y el beneficiario deben trabajar en una relación de colaboración y respeto mutuo. El hecho de donar no implica una superioridad, al igual que el hecho de recibir no implica una inferioridad. 

 2. La puesta en valor de los factores endógenos: en esta relación de partenariado, el Sur no tiene las manos vacías. En algunos casos, hay que privilegiar la construcción de la cooperación sobre la base de lo que ya existe y aprovechar estos valores añadidos locales, sin llegar a fórmulas totalmente ajenas. 

Cabe destacar que en algunas partes de África, en particular en la República Democrática del Congo (RDC), las buenas intenciones de desarrollo se ven afectadas por algunos obstáculos , entre ellos los más importantes: 

1. Las guerras de resistencia

2. El déficit democrático y la mala gobernanza

3. El drenaje de las riquezas

4. El drenaje de los canales

5. La ausencia de una justicia independiente

6. La exclusión de las mujeres en la gestión de la elección pública

1. Guerras de repetición

 Sabemos que no puede haber desarrollo sin paz ni respeto a los derechos humanos.

La seguridad y el respeto de los derechos humanos son los "prerrequisitos " indispensables para cualquier esfuerzo encaminado al desarrollo sostenible.

En la RDC, los millones de euros y de dólares de ayuda al desarrollo y al crecimiento económico no han permitido aún una mejora significativa de las condiciones de vida de la mayoría de la población congoleña, en gran parte por la persistencia de los conflictos y la inestabilidad.

En algunas regiones del Congo, es más acorde con la realidad hablar de "retroceso" , tanto en materia de desarrollo como de protección de los derechos fundamentales, ya sean civiles y políticos, económicos, sociales o culturales.

Esta es la razón por la que hacemos un llamamiento a la paz y a la justicia, ya que sin seguridad física y jurídica no se puede consolidar ningún proyecto de sociedad sostenible.

Es imprescindible que la comunidad internacional y la Unión Europea (UE) realicen sus esfuerzos de apoyo a las autoridades de la RDC en una reforma profunda del sector de la seguridad, incluyendo el ejército, la policía, pero también la justicia y el sistema penitenciario.

2. El déficit democrático y la mala gobernanza

 La comunidad internacional y la UE deben alentar a todos los actores a un diálogo constructivo y a la ampliación de los espacios de libertad. La UE y sus Estados miembros deben acompañar y apoyar las elecciones libres y creíbles si el contexto lo permite, o bien suspender la ayuda directa a los Estados que se oponen a la población, de conformidad con los acuerdos de cooperación.

Pensamos que la cooperación internacional y la ayuda al desarrollo no pueden reforzar las instituciones corruptas que se alejan del interés general y del bien común. El partenariado para la eficacia de la ayuda debe estar guiado y vinculado a los avances en materia de derechos humanos y de respeto a los principios democráticos.

 Sin esfuerzos concretos para mejorar la situación de seguridad y la gobernanza democrática, la ayuda al desarrollo no podrá ni reforzar las instituciones, ni mejorar las condiciones de vida de la población ni contribuir a los esfuerzos de lucha contra la pobreza.

El Instrumento Europeo para la Democracia y los Derechos Humanos (IEDDH) podría contribuir en mayor medida a los esfuerzos de la sociedad civil, en particular de las asociaciones de mujeres, para asegurar el desarrollo comunitario en las sociedades en situación de posconflicto, realizar actividades de seguimiento en los procesos de paz y en las elecciones, y fomentar una participación ciudadana responsable, con el fin de que las autoridades sean más responsables. 

3. Drenaje de las riquezas

En el discurso pronunciado en Estrasburgo con motivo de la entrega del premio Sájarov, insistí en el hecho de que la RDC tiene la capacidad de un desarrollo endógeno, gracias a sus recursos naturales, pero también y sobre todo a sus recursos humanos. Pero estos recursos humanos y naturales no pueden ser explotados hoy en día para el beneficio de todos en un contexto de "ni paz, ni guerra".

Mi país ha sido siempre un actor clave de la mundialización y de la evolución del mundo moderno. Desde el caucho, que permitió la creación de la industria automovilística, hasta el uranio, que puso fin a la segunda guerra mundial y generó la era nuclear, pasando por el plátano, el tungsteno y el tántalo (3Ts), que han revolucionado nuestra forma de comunicarnos, el Congo ha estado siempre en el centro del progreso. Pero este progreso no ha sido nunca ni propio ni compartido.

Estos recursos que permiten el progreso en Europa y en el resto del mundo no han impulsado nunca el desarrollo de las comunidades locales en las que se extraen estas materias primas y no han beneficiado nunca a la población congoleña, sino a algunos dirigentes y hombres de negocios poco escrupulosos y cupidos.

Con humildad, saludo la valentía política de los miembros del Parlamento que han votado durante la última sesión plenaria en Estrasburgo a favor de una legislación europea contraria para fomentar un comercio transparente de los minerales. Órgano democrático por excelencia de las instituciones europeas, el Parlamento ha decidido romper los lazos con el comercio de los minerales de la sangre.

Se trata de una de las causas más profundas de los conflictos actuales y de las violaciones de los derechos humanos, como la violencia sexual a gran escala, de la que ya conocemos las consecuencias en el hospital de Panzi en la segunda generación de víctimas.

La sociedad civil aspira a que los Jefes de Estado reunidos en el seno del Consejo hagan suya la posición del Parlamento para permitir a la UE alinearse con las normas de la OCDE en materia de aprovisionamiento, así como con las regulaciones contrarias ya adoptadas en los Estados Unidos y en varios países africanos, entre ellos la RDC. Además, es una señal clara para el mundo de las empresas y responde al deseo de transparencia de los ciudadanos/consumidores europeos.

En primer lugar, un comercio transparente en todos los eslabones de la cadena de aprovisionamiento y de la capacidad de trabajo permite a la UE contribuir a poner fin a la explotación de los niños que trabajan en las minas en condiciones inhumanas, a las violaciones cometidas en masa que desgarran las comunidades y que provocan desplazamientos y éxodos y, por último, a establecer un partenariado ganador. Este es el camino del desarrollo sostenible.

4. Drenaje de los canales

 Los recursos humanos de un país son los más preciados, pero a menudo el desarrollo de los países menos avanzados se ve afectado por la pérdida de sus cerebros.

Baje al aeropuerto de Bruselas o de París, y tendrá dos oportunidades sobre tres de encontrar un conductor de taxi africano. Entabla una conversación con él y descubrirás que la mayoría de ellos son diplomados cualificados.

 Entre en cualquier hospital belga o francés, y tendrá muchas posibilidades de que le atienda un médico africano, y de que le atienda una enfermera africana.

Además, en la región que visito, el número de médicos por habitante sigue siendo muy bajo: 1 médico por cada 10.000 habitantes. Sin dejar de respetar la libertad y la elección de cada uno, este dato nos invita a reflexionar sobre los desequilibrios generados por la inestabilidad y la falta de oportunidades en los países de origen, y aspiramos a que los programas de cooperación al desarrollo contribuyan a estabilizar a las personas cualificadas en su entorno.

5. La ausencia de una justicia independiente 

El desarrollo de los países menos avanzados requiere un estado de derecho dotado de instituciones fuertes. Con frecuencia, la ausencia de una justicia independiente favorece un clima de corrupción e impunidad, que favorece a una élite que se desprende de las consideraciones de interés general para su enriquecimiento personal.

La justicia es por tanto un elemento clave para un desarrollo sano y equitativo, y para garantizar la seguridad jurídica no sólo de los inversores extranjeros sino también de los particulares.  

6. Exclusión de las mujeres en la gestión de la elección pública

 Un mundo más justo no puede construirse sin la plena participación de más de la mitad de su población. Vingt après le Sommet de Bejing, force est de constater que l'égalité des genres reste un objectif prioritaire pour parvenir à un développement durable dans le monde entier. Las mujeres siguen estando muy mal representadas en las instancias de decisión y son objeto de discriminación desde su nacimiento, en el seno de las familias, en el mundo del trabajo y en todos los sectores de la sociedad.

 Sin embargo, sabemos que la mejor inversión es invertir en las mujeres, ya que los beneficios no sólo benefician a la familia y a la comunidad, sino al conjunto de la sociedad. Hoy en día, esta afirmación no es sólo una opinión, sino una certeza basada en numerosos estudios científicos.

 En Panzi, aspiramos a no tratar más las consecuencias de la violencia ejercida contra las mujeres, sino a volver al objetivo que nos llevó a fundar el Hospital: ayudar a las mujeres a vivir.

Cada día, encontramos nuestra inspiración y nuestra fuerza en el valor y la determinación de las mujeres. Somos testigos de la capacidad de las víctimas para transformar sus sufrimientos en una fuerza de cambio para la paz y el progreso de todos.

A lo largo de los años, hemos desarrollado un modelo de atención integral que comprende 4 pilares: (1) médico y quirúrgico, (2) psicosocial, (3) socioeconómico y (4) jurídico.

Este modelo de asistencia holística desarrollado en Panzi ya se aplicó en la provincia del Sur de Kivu en dos zonas de salud en el medio rural, donde la salud materna y reproductiva es cruelmente deficiente, mediante la adaptación de los centros de salud primaria en " Guichet unique" o "One stop center", donde las mujeres pueden encontrar los diferentes servicios en respuesta a sus necesidades en un mismo lugar, asegurando la no estigmatización de las víctimas de violencia sexual. 

En definitiva, estamos trabajando para que este modelo se integre en el sistema de salud congoleño, y colaboramos con las autoridades congoleñas para alcanzar este objetivo.

Mesdames, Messieurs, 

Sin la paz, sin la democracia, sin la buena gobernanza, sin políticas de desarrollo coherentes, la ayuda no mejora las condiciones de vida de una mayoría de la población.

Dirigentes políticos, profesionales del desarrollo, actores del sector privado y de la sociedad civil, todos tenemos una parte de responsabilidad compartida y todos podemos contribuir a la construcción de un mundo más justo.

Se trata ahora de convertir las palabras en hechos y de movilizar todas las energías para lograr un desarrollo duradero, equitativo e inclusivo.

Gracias por su atención

Docteur Denis Mukwege.

Bruselas, 4 de junio de 2015

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