24 de febrero de 2023 - A pesar de la expectación suscitada, las promesas están lejos de cumplirse.
Introducción
Hace 10 años, el 24 de febrero de 2013, se firmó el "Acuerdo Marco de Addis Abeba sobre la paz, la seguridad y la cooperación en la República Democrática del Congo y en la región " por parte de once Estados[2] y cuatro instituciones internacionales y regionales, a saber, las Naciones Unidas (ONU), la Unión Africana (UA), la Conférence Internationale sur la Région des Grands Lacs (CIRGL) et la Communauté de Développement de l'Afrique Australe (SADC), également appelés " co-Garants ", avait suscité l'espoir de lendemains meilleurs après des décennies de conflits, d'instabilité, d'exploitation et de souffrance.
Se trataba, en efecto, de la primera iniciativa de paz destinada a poner fin al conflicto más sangriento desde la Segunda Guerra Mundial y a resolver las causas profundas de la violencia y las guerras de repetición en el Este de la República Democrática del Congo (RDC). El Estado congoleño, los países de la región y la comunidad internacional parecían resueltos a avanzar, gracias a un enfoque global, hacia una paz duradera en la RDC y en la región de los Grandes Lagos.
El objetivo de neutralizar y desmovilizar a los grupos armados, nacionales y extranjeros, y la reafirmación de los principios básicos del derecho internacional se sumaron a diversos compromisos de la RDC, los Estados vecinos y la comunidad internacional.
[1] África del Sur, Angola, Burundi, Uganda, República Centroafricana, República Democrática del Congo, República del Congo, Ruanda, Sudán del Sur, Tanzania y Zambia. Kenia y Sudán también son signatarios del Acuerdo Marco desde el 31 de enero de 2014.
Compromisos de los Estados y la Comunidad Internacional en el marco del Acuerdo Marco
El Estado congoleño se comprometió a reformar en profundidad el sector de la seguridad, a consolidar la autoridad del Estado en las provincias del este del país y a promover la reforma de las instituciones nacionales. Les pays de la région avaient souscrit à respecter la souveraineté et l'intégrité du pays et à ne pas s'ingerir dans les affaires intérieures, à ne pas tolérer ni fournir une assistance aux groupes armés, à renforcer la coopération régionale, a ne pas héberger ni fournir une protection à des personnes impliquées dans des crimes de guerre, des crimes contre l'humanité, des actes de génocide ou des crimes d'agression et à faciliter l'administration de la justice grâce à la coopération judiciaire dans la région.
En cuanto a la comunidad internacional, el Consejo de Seguridad de la ONU se comprometió a seguir siendo consciente de la importancia de apoyar la estabilidad a largo plazo de la RDC y de la región de los Grandes Lagos. Esta determinación se vio respaldada por el refuerzo del mandato de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (MONUSCO), que preveía una Brigada de Intervención autorizada a poner fin a la violencia armada por todos los medios necesarios, y por el nombramiento de un Enviado Especial para alentar a los signatarios a cumplir sus obligaciones en virtud del Acuerdo.Cadre et coordonne un processus politique global en vue de trouver des solutions durables et remédier aux causes profondes du conflit.
Además, el Grupo del Banco Mundial y los socios internacionales, incluidos la Unión Europea (UE), Bélgica, los Estados Unidos de América, Francia y el Reino Unido, han reafirmado su compromiso de movilizarse para consolidar esta estrategia de paz y desarrollo.
Además, el Acuerdo-Cuadro prevé un mecanismo de seguimiento regional, principal órgano de control interno, para presentar una vez al año a los Jefes de Estado y de Gobierno un balance de los progresos realizados en la aplicación de los compromisos contraídos por los países signatarios y los "co-garantes" (mecanismo 11+4) sobre la base de criterios establecidos y un calendario preciso para avanzar hacia la realización de acciones concretas y objetivos específicos. La RDC también ha establecido un mecanismo nacional para supervisar la ejecución de los compromisos contraídos a escala nacional.
Enfin, la société civile, notamment les organisations de femmes et de jeunes, était associée à l'évaluation des progrès en vue d'assurer une implémentation effective des mécanismes de suivi de cet " Accord de l'espoir ", que no podía seguir siendo una " simple hoja de papel ", como dijo el Presidente estadounidense Barak Obama, ni convertirse en un asunto de diplomáticos e instituciones.
El incumplimiento de los compromisos y sus consecuencias
- En la comunidad internacional
¿Qué conclusiones podemos sacar 10 años después de la firma del Acuerdo Marco bajo los auspicios de la ONU y con el impulso de una fuerte voluntad política internacional?
Mientras el país se ve amenazado por tentativas de fragmentación, atraviesa una crisis de legitimidad política, se enfrenta a un resurgimiento del activismo de los grupos armados y a una última guerra de agresión y ocupación con un impacto dramático en la situación humanitaria y de los derechos humanos, la tragedia congoleña, en la que se cuentan por millones los muertos, las mujeres violadas y las personas desplazadas, no parece figurar más en el orden del día de la comunidad de Estados.
La MONUSCO, cuyo mandato se renovó en diciembre de 2022, tiene previsto retirarse en 2024, a pesar de que la inseguridad es enorme, el estado de derecho no se ha restaurado y la democracia no se ha consolidado. Nous regrettons que, malgré son mandat issu du Conseil de Sécurité agissant sur base du Chapitre VII de la Charte des Nations Unies, la Force de la MONUSCO et la Brigade d'Intervention n'aient pas suffisamment mené, seules ou en coopération avec les forces de sécurité congolaises, des opérations plus efficaces et exploité toutes les mesures nécessaires pour endiguer le climat d'insécurité généralisé qui prévaut toujours à l'Est de la RDC et que ces forces n'aient pas éliminé la menace posée par les groupes armés congolais et étrangers, ce qui engendre de lourdes frustrations au sein de l'opinion publique congolaise.
Además, a pesar de la adopción por parte de la Oficina del Enviado Especial del Secretario General de una " Estrategia de la ONU para la consolidación de la paz, la prevención y la resolución de conflictos en la región de los Grandes Lagos ", los esfuerzos desplegados no han permitido alcanzar un proceso global que conduzca a la paz duradera ni movilizar una verdadera voluntad política y la buena voluntad de las partes para la puesta en práctica efectiva de los compromisos suscritos en Addis Abeba en 2013.
Sin embargo, los Estados Unidos de América y la UE, que en la época de la firma del Acuerdo-Cuadro nombraron enviados especiales para la región de los Grandes Lagos, no han renovado estos importantes mandatos, signo de un desentendimiento diplomático respecto a una región mártir que sigue siendo una amenaza para la paz y la seguridad internacionales y que tiene vocación de desempeñar un papel de primer plano para la economía mundial y la transición energética.
En este contexto, el Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) situó en 2021 a la República Democrática del Congo en el primer puesto del palmarés de la ayuda internacional, basándose en tres criterios: la falta de voluntad política internacional, la falta de interés de los medios de comunicación y la falta de ayuda internacional. Además, según las investigaciones del NRC, la RDC figura sistemáticamente en la lista de las 10 crisis más graves desde hace muchos años.
Esta constatación es especialmente importante cuando se sabe que la situación humanitaria es una de las más dramáticas del mundo, con un tercio de la población desaparecida, una cuarta parte necesitada de asistencia humanitaria y protección, y que el número de personas desplazadas -cerca de 6 millones, de las cuales la mayoría son mujeres y niños- es el más importante de África.
A pesar de la situación actual sobre el terreno, ¿qué prometen los países del Acuerdo-Cuadro? Force est de constater que les promesses portées par l'Accord-Cadre sont loin d'être réalisées.
2. En el Estado congoleño
La RDC ha fracasado en su compromiso de emprender acciones concretas para lograr una profunda reforma del sector de la seguridad, incluido el refuerzo de la policía, el ejército y los servicios de información, instituciones que estaban infiltradas a todos los niveles tras los acuerdos de paz anteriores que habían integrado, en virtud del principio de inclusividad, a miembros de grupos armados rebeldes, congoleños y extranjeros, en las instituciones de la República.
La ausencia de una reforma de refuerzo de las fuerzas de seguridad y defensa congoleñas ha obligado al Estado a desplegar su autoridad en amplias zonas del país y ha situado a la nación en una posición de debilidad para garantizar la seguridad y proteger a los civiles, y en una posición de incapacidad para garantizar la soberanía nacional y la integridad territorial.
El sector de la justicia y la administración penitenciaria figura también entre las reformas institucionales no aprobadas, pero de importancia primordial para la edificación de un Estado de Derecho, contribuyendo así a hacer perdurar la cultura de la corrupción y la impunidad y a minar la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
En outre, l'instauration de l'état de siège depuis mai 2021 dans les Provinces de l'Ituri et du Nord Kivu n'a pas seulement permis de neutraliser les capacités de nuisance des groupes armés - notamment les ADF, les CODECO et les FDLR -, sino que paradójicamente ha contribuido a aumentar la inseguridad y a duplicar el número de exacciones cometidas contra civiles. Además, este régimen, censurado como excepción pero renovado cada 15 días desde hace casi 2 años, conlleva un número creciente de violaciones de los derechos humanos y un recorte del espacio de libertades democráticas, lo que dificulta la participación de los ciudadanos de dos provincias entre las más pobladas del país en las elecciones generales previstas para diciembre de 2023. Ainsi, nous prônons la sortie de l'état de siège et le retour à la gestion publique par les services de l'administration civile.
Frente al fracaso de la seguridad en las provincias en conflicto, las autoridades congoleñas han iniciado una cooperación bilateral en materia de seguridad con Uganda y Burundi, lo que ha contribuido a mejorar las relaciones con Ruanda y a reducir su política de intervención armada. Además, la RDC se ha adherido a la Comunidad de África Oriental (CAO), una organización compuesta en gran parte por países vecinos que se basa en el saqueo de los recursos naturales, la comisión de los crímenes más graves y la desestabilización de la RDC.
A su debido tiempo, hemos advertido a las instancias nacionales e internacionales de los peligros de esta estrategia piromaníaca consistente en buscar la estabilización del país con el concurso de los Estados desestabilizadores. Sin embargo, Kinshasa ha continuado con esta política de externalización de su seguridad a países de alto nivel, más motivada por intereses geoestratégicos y económicos que por la protección de los civiles. Así pues, el Estado congoleño se ha comprometido en una nueva cooperación subregional en materia de seguridad, aceptando la intervención de una fuerza regional de la CAO para poner fin a la actividad de los grupos armados, que estarán así en el mismo teatro de operaciones que la Fuerza de la ONU y su Brigada de Intervención, que acuden en apoyo de las fuerzas de seguridad y de defensa nacionales bajo la autoridad del Consejo de Seguridad.
Esta nueva Fuerza, aún en proceso de despliegue, apenas financiada y poco coordinada con la MONUSCO, conlleva una desmilitarización inquietante en el este del Congo y parece una nueva fuerza de ocupación, comme le prouve le fait que les Forces armées de la RDC (FARDC) sont privées d'entrée dans les territoires occupés par le Mouvement du 23 Mars (M23) et placées sous contrôle de la Force régionale, au mépris de la souveraineté congolaise.
El informe de fuerza, desfavorable para la RDC debido a la debilidad de su respuesta militar, se debe a iniciativas diplomáticas a nivel regional que han conducido al proceso de Nairobi, bajo los auspicios de la CAO y de Luanda, bajo los auspicios de la UA, donde las autoridades congoleñas se ven obligadas a negociar con los Estados agresores y a dialogar con los grupos armados nacionales y extranjeros.
En este contexto de inseguridad creciente, de sobremilitarización de la región y de negociaciones en curso, los grupos armados no están dispuestos a abandonar las armas porque son conscientes de que la amplitud y el nivel de gravedad de los crímenes que cometen en total impunidad contra los civiles abren perspectivas a la mesa de negociaciones. Además, los miembros de los grupos armados han manifestado una falta de confianza en la integración en el nuevo programa gubernamental de Desmovilización, Desarme y Reinserción tras el nombramiento como coordinador del programa de un antiguo rebelde cercano al M23, lo que pone en peligro la aplicación de estas importantes medidas no militares.
3. A nivel de los países de la región
El incumplimiento de los compromisos por parte de los países de la región ha sido más la norma que la excepción, y la mala fe ha caracterizado el seguimiento reservado a la aplicación del Acuerdo Marco, en particular por parte del jefe del régimen de Kigali. Les pays voisins ont impunément poursuivi leurs atteintes aux principes de base du droit international en violant la souveraineté et l'intégrité territoriale de la RDC et en intervenant directement et/ou en apportant leur soutien aux groupes armés pour piller et exploiter les ressources minières dont regorgent l'Est du pays, que llegan en gran parte al mercado mundial a través de Kampala, Kigali y Bujumbura, en complicidad con una élite congoleña corrupta y corruptora. Esta guerra económica impuesta a los congoleños se prolonga así y agrava una situación humanitaria ya dramática.
Este cuadro catastrófico se ha agravado aún más desde finales de 2021 tras el resurgimiento del M23, derrotado en 2013 pero apoyado de nuevo directa e indirectamente por las fuerzas de defensa ruandesas (RDF), sobre todo mediante el suministro de armas, municiones y uniformes, como atestiguan numerosas investigaciones, incluidas las del Grupo de Expertos de la ONU. Las RDF no sólo siguen interviniendo directamente en la RDC, sino que además prestan apoyo directo a un grupo armado que ocupa desde hace casi 9 meses grandes parcelas de la provincia de Kivu Norte, rica en recursos mineros estratégicos, impide el acceso a la ayuda humanitaria y fomenta la guerra no sólo contra las FARDC, sino también contra los cascos azules de la ONU. Cette collusion entre les RDF et le M23 placé sous le régime de sanctions de l'ONU et de l'UE illustre que les autorités rwandaises méprisent l'esprit et la lettre de l'Accord-Cadre, malgré les engagements pris il y a dix ans.
Esta guerra de agresión y ocupación ya ha tenido consecuencias humanitarias dramáticas, y las mujeres y los niños son los que pagan el tributo más alto y constituyen la mayoría de las personas desplazadas y perseguidas, causantes del dolor y la desesperación. Parmi d'autres exactions commises chaque jour à l'Est du Congo, l'ONU et les organisations Human Rights Watch et Amnesty International ont documenté des atrocités de masse commises fin novembre 2022 par les éléments du M23 avec le soutien de l'armée rwandaise à Kishishe et à Bambo, à moins de 100 km au Nord de Goma, en Territoire de Rutshuru, au Nord Kivu, dans le cadre d'une campagne de meurtres, de viols, d'enlèvements, de pillage et de destruction. Portés devant un tribunal, ces actes pourraient être qualifiés de crime de guerre voire même de crime contre l'humanité.
El balance humano de estas masacres sigue siendo difícil de determinar a falta de varias investigaciones judiciales nacionales o internacionales, mais le nombre de personnes sans arme exécutées sommairement par balle ou à l'aide d'arme blanche se comptent à dizaines et Amnesty International a documenté sur la base d'entretiens avec des survivants et des témoins oculaires 66 cas de viol, la plupart étant collectifs et parfois en présence des enfants des femmes violées. Además, los testimonios concordantes indican que los comandantes del M23 habían visitado los centros de salud locales y recogido las reservas de conservantes disponibles antes de iniciar su campaña de terror, démontrant que ces viols commis de manière massive et systématique comme une véritable méthode de guerre sont des actes prémédités et planifiés par la hiérarchie militaire et politique des forces d'occupation pour terroriser la population et l'acculer à se déplacer ou s'assujetter, et s'accaparer ses ressources.
Uganda y Burundi también han intervenido directamente o mediante el reclutamiento de grupos armados para hacerse con los recursos congoleños y asociarse a sus intereses nacionales y geoestratégicos.
Además de sus atentados contra la integridad y la soberanía nacionales y de su apoyo a diversos grupos armados, los países de la región no han cumplido sus compromisos de luchar contra la impunidad.
En efecto, los países de la región se comprometieron a facilitar la administración de justicia mediante una cooperación judicial regional reforzada y a no detener ni proteger a las personas implicadas in les crimes internationaux les plus graves en vue de mettre un terme à l'impunité dont jouissent les auteurs et les instigateurs de la violence armée qui sévit depuis plus d'un quart de siècle à l'Est du Congo.
Malgré la Déclaration de Nairobi sur la justice et la gouvernance et l'existence du Réseau de coopération judiciaire des Grands Lacs, force est de constater que la volonté politique des États concernés fait défaut pour traduire en justice les auteurs présumés de crimes internationaux commis en RDC. En efecto, hasta la fecha, los países limítrofes no han emprendido ninguna acción para encontrar a las personas implicadas en la comisión de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad o actos de genocidio cometidos en las provincias mártires de la parte oriental del Congo. A titre d'exemple, Laurent Nkunda, ancien seigneur de guerre et commandant du Congrès national pour la défense du Peuple, groupe armé dont est issu le M23, se trouve au Rwanda et n'a jamais eu de compte à rendre à la justice rwandaise, alors que le Conseil de Sécurité a appelé dans diverses résolutions toutes les parties à l'obligation de traduire en justice les responsables des crimes internationaux commis en RDC.
Así pues, la población congoleña se ha visto sumida en la tristeza, el dolor y el exilio debido al saqueo continuo y a la explotación ilegal de los recursos mineros, a la persistencia o al aumento de la actividad de los grupos armados y de las fuerzas negativas que actúan como representantes de los países vecinos, del creciente número de desplazados y refugiados y de su alarmante impacto humanitario, y de la impunidad generalizada con que los autores y comandantes cometen las violaciones más graves de los derechos humanos y del derecho humanitario internacional, incluida la utilización de la violencia sexual como método de guerra.
Además, a pesar de los esfuerzos regionales para aliviar la crisis en el marco de los procesos de Nairobi y Luanda, estas iniciativas diplomáticas y políticas no han conseguido "acabar con las armas" y no han cerrado la desescalada que se esperaba: aunque los llamamientos al cese de las hostilidades y a la retirada de los territorios ocupados se repiten en cada reunión, ningún ultimátum ni ningún acuerdo de cese de hostilidades concluido por los jefes de Estado de la región ha surtido efecto.
Por el contrario, el M23 amplía su influencia, continúa sus exacciones contra la población civil y sigue avanzando a las puertas de Goma, reviviendo el espectro de la crisis provocada por los mismos actores en 2012, cuando la capital de la provincia de Kivu Norte y sus alrededores fueron ocupados por el M23, y poniendo así de manifiesto un estancamiento político a nivel regional y los límites del principio de subsidiariedad.
Vías para salir de la crisis
¿Cómo salir de este callejón sin salida? Cómo romper el ciclo infernal de violencia e impunidad?
Como dijo el Papa Francisco durante su reciente estancia en la RDC: " No podemos acostumbrarnos a la sangre que corre por este país, desde hace décadas en la RDC, que ha causado millones de muertos ". Il est en effet plus que temps de sortir la tragédie congolaise de l'indifférence et de la négligence.
- La necesidad de una movilización política internacional, la adopción de sanciones y una política de condicionalidad de la ayuda
Es en este contexto en el que saludamos los comunicados de los Estados Unidos de América, Bélgica, Francia, Alemania, España o incluso de la UE que, destacando la importancia de la integración y la soberanía de la RDC, condenan los crímenes cometidos por el M23 y exigen el cese de las hostilidades, rappelant l'importance de l'intégrité et de la souveraineté de la RDC, ont condamné les crimes commis par le M23 et ont demandé la cessation du soutien du Rwanda pour contribuer à une résolution de la crise au Nord Kivu.
Saludamos asimismo la reciente toma de posición del Consejo de Paz y Seguridad con ocasión de la 36ª Asamblea ordinaria de Jefes de Estado y de Gobierno de la UA y su llamamiento a revitalizar urgentemente el Acuerdo-Cuadro con la movilización de las instituciones "co-garantes".
También tomamos nota de la " Estrategia renovada de la UE para la región de los Grandes Lagos: apoyar la transformación de las causas profundas de la inestabilidad en perspectivas comunitarias ", adoptada por el Consejo Europeo el 20 de febrero, que destaca la importancia estratégica de la región y su potencial como motor para todo el continente africano. Esta nueva estrategia hace hincapié en la búsqueda de la paz duradera, el respeto de la soberanía y la integración de los Estados y en la importancia de transformar el tráfico de recursos naturales en motor de un comercio responsable y un desarrollo duradero. Instamos a la UE a que nombre un Enviado Especial para la región de los Grandes Lagos a fin de maximizar el potencial de este nuevo compromiso estratégico europeo en la región.
Además, hacemos una simple recomendación a los políticos, diplomáticos y responsables institucionales que intentan contribuir a la paz en el Este del Congo. Vuestras apelaciones, vuestras demandas y vuestras exhortaciones no han sido comprendidas ni respetadas por el régimen de Kigali. Es imperativo que los Estados Unidos de América, la UE, Francia, el Reino Unido y otros socios adopten sanciones políticas y económicas y suspendan su ayuda militar a Ruanda si apoya al M23 y agrede a la RDC. Este es el único lenguaje que tendrá efectos concretos y pondrá fin a la entrada de Ruanda en el Este del Congo.
También pedimos al Banco Mundial, al Banco Africano de Desarrollo y a otros socios multilaterales o bilaterales que se guíen por una política de condicionalidades para que la ayuda internacional esté vinculada en el futuro al respeto estricto de los compromisos contraídos en virtud del Acuerdo Marco y al respeto de los derechos humanos.
2. La retirada de la CAO y de la Fuerza regional
Ante el fracaso de los procesos de negociación en curso y el estancamiento político, somos partidarios de una revisión de la diplomacia regional y preconizamos la retirada de la RDC de la CAO y de su Fuerza regional, y apelamos a una mediación bajo la égida de un Presidente africano neutral, originario de un país no limítrofe, para iniciar una nueva dinámica hacia una solución política. Además, hacemos un llamamiento a la participación de las mujeres y los jóvenes en los procesos políticos y de consolidación de la paz, de conformidad con las resoluciones 1325 y 2250 del Consejo de Seguridad.
Además, invitamos al régimen de Kigali a entablar un diálogo interrwandés con las FDLR, con el fin de encontrar una solución pacífica a este grupo armado nacido de las huellas del genocidio en Ruanda. Desde hace más de 25 años, esta milicia ha provocado un gran número de disturbios en el este del Congo y sigue siendo utilizada como pretexto por el régimen de Kigali para intervenir militarmente en el este del Congo, a pesar de que, suite à diverses opérations conjointes entre les forces congolaises et rwandaises visant les neutraliser, les éléments résiduels des FDLR ne constituent plus une menace sérieuse pour la sécurité du Rwanda comme par le passé.
3. Un comercio transparente y responsable de los recursos mineros
Los países más avanzados económicamente planean una transición hacia la energía verde y se orientan hacia la descarbonización de su economía. Por ello, los metales que abundan en el este del Congo, como el litio y el cobalto, serán cada vez más solicitados, ya que son esenciales para asegurar esta transición ecológica. La guerra en la RDC es principalmente económica y se debe a una gran criminalidad transnacional en la que Ruanda y Uganda son los principales actores desde hace 25 años, en connivencia con las multinacionales y algunos políticos y militares congoleños. Por lo tanto, es urgente revocar la gobernanza minera y poner fin a la explotación y la explotación ilegal de las minas estratégicas de la RDC, que constituyen una causa profunda de la violencia y los conflictos.
Para acabar con la economía de guerra basada en el sufrimiento de las comunidades del este del país y en graves violaciones de los derechos humanos, es necesario poner fin a los vínculos existentes entre los grupos armados congoleños y extranjeros y las empresas de explotación minera, las redes de contrabando y tráfico y los sistemas opacos de aprovisionamiento transfronterizo. A titre d'exemple, une récente étude de l'ONG Global Witness démontre que depuis 2013 " seuls 10% des minerais exportés par le Rwanda avaient été réellement extraits sur son territoire, les 90% restants ayant été introduit illégalement à partir de la RDC. "Así pues, la exportación de estas "minas de sangre" se hacía a los mercados mundiales a través de Hong Kong, Dubai o incluso Bangkok.
Por consiguiente, no podrá haber una transición energética propicia y duradera sin un comercio transparente y responsable de los recursos mineros del Este del Congo, que garantice que la extracción de minerales no esté vinculada al trabajo infantil, a la explotación sexual de las mujeres o a la actividad de grupos armados. Se trata de garantizar que esta transición verde crucial para el planeta sea justa, equitativa, duradera y exenta de conflictos para las comunidades y los países de los que se extraen los minerales necesarios para paliar la crisis climática. El imperativo de garantizar una trazabilidad completa de las zonas de extracción hasta el producto acabado que adquieren los consumidores en los almacenes de todo el mundo resulta, por tanto, apremiante.
Además, es primordial invertir masivamente en la transformación de materias primas para estrechar el vínculo entre la mina y el lugar de transformación de los minerales. De este modo, el control de la cadena y de sus intervinientes será más eficaz y el país productor podrá obtener un valor añadido real.
Además, deben establecerse mecanismos nacionales, regionales e internacionales de control y rehabilitación de los contratistas. Enfin, les contrats léonins conclus dans le secteur minier entre les autorités congolaises et certains acteurs étatiques et non étatiques devront être revus sur la base d'un partenariat gagnant-gagnant.
4. El imperativo de la justicia
Las diversas tentativas de búsqueda de soluciones políticas y militares de estos últimos decenios han intentado todas ellas estabilizar el país y proteger a los civiles, pero ha llegado el momento de poner de manifiesto las conexiones existentes entre la prevención de conflictos, la justicia transicional y la instauración de la paz. La cultura de la impunidad alimenta la recurrencia de los conflictos y la repetición de las atrocidades. No podemos seguir ignorando los crímenes masivos cometidos en la República Democrática del Congo desde hace más de un cuarto de siglo. La justicia es la pieza faltante del rompecabezas para poner fin a la violencia en la RDC. No habrá paz duradera sin justicia, sin reparaciones, sin verdad, sin reformas institucionales para la no repetición de los crímenes más graves. El perdón y la reconciliación sólo podrán llegar después de la justicia, las reparaciones y la verdad.
Este es el sentido de nuestros esfuerzos por colaborar con las autoridades congoleñas y los socios internacionales, regionales y bilaterales para la adopción de una estrategia nacional holística de justicia transicional en la RDC, que tenga en cuenta la dimensión internacional de los conflictos y la intervención de numerosos países en los conflictos que han asolado a la RDC desde hace 30 años[1]. Entre las reformas institucionales prioritarias, insistimos en la importancia estratégica de reformar el sector de la seguridad: Se trata de una condición sine qua non para que las fuerzas de defensa y seguridad congoleñas puedan ejercer eficazmente sus funciones reales, desplegar la autoridad del Estado en toda la extensión del territorio y defender la integridad territorial y la soberanía nacional. Además, en nombre de la sociedad civil y de las asociaciones de víctimas, abogamos por la creación de un Tribunal Penal Internacional para la RDC y/o de salas mixtas especializadas para perseguir y juzgar a los autores e instigadores de crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y actos de genocidio cometidos en la RDC a mediados del año 1990.
Este imperativo de hacer justicia por los crímenes del pasado y del presente no es sólo una condición previa para la reconciliación y la coexistencia pacífica en la RDC y en la región de los Grandes Lagos, sino también un medio privilegiado para consolidar el estado de derecho, condición indispensable para garantizar una buena gobernanza, luchar contra la corrupción endémica y crear un marco propicio a las inversiones.
5. La consolidación de la democracia
La nación congoleña se dispone a vivir en diciembre de 2023 el cuarto ciclo electoral de su historia reciente con nuevas elecciones generales y la celebración de escrutinios presidenciales, legislativos, provinciales y locales, y una alternancia democrática que sólo será posible mediante la celebración de elecciones creíbles, transparentes, inclusivas y apacibles. Dado quees crucial superar las crisis de legitimidad a través de la repetición de ciclos de violencia e inestabilidad política y de seguridad, el contexto preelectoral es tenso. En efecto, la falta de independencia de la Comisión Electoral Nacional Independiente y la politización del Tribunal Constitucional -instituciones encargadas de la organización de las elecciones y de los recursos electorales-, la restricción del espacio democrático, de la libertad de expresión y de asociación y un proceso de inscripción desorganizado y tardío de los electores aumentan el riesgo de conflicto en las próximas elecciones.
En este contexto, pedimos a los socios estratégicos de la RDC que utilicen todos los medios a su disposición para que las próximas elecciones se celebren dentro de los plazos constitucionales y respeten la voluntad soberana del pueblo, con la presencia de observadores nacionales e internacionales, en particular para apoyar el recuento paralelo de los resultados y facilitar su publicación, oficina de votación por oficina de votación, a fin de garantizar que reflejen la verdad de las urnas.
[3] La Note de plaidoyer de la Fondation Panzi pour l'adoption d'une stratégie nationale holistique de justice transitionnelle en RDC est disponible en français et en anglais au lien suivant : https://panzifoundation.org/transitionaljustice/
Conclusión
El décimo aniversario del "Acuerdo de la esperanza" corresponde a un periodo crítico en el que la nación congoleña está en peligro. La RDC es objeto por enésima vez de una guerra de agresión, directa y por procuración, que amenaza la soberanía nacional y la integridad de nuestro territorio, así como los importantes logros de la inversión internacional de los últimos 25 años.
Un coste humano trágico continuará si no se resuelven las profundas causas de la violencia y la inestabilidad. Ha llegado el momento de poner fin a la tragedia congoleña de la indiferencia, la inacción y el silencio cómplice de la comunidad internacional, que han contribuido al deterioro de la situación de seguridad, humanitaria y política, con un impacto desastroso en el respeto y la protección de los derechos humanos. La RDC y sus socios deben atacar las principales causas estructurales que constituyen los elementos impulsores de los conflictos que persisten en el Este del país, a saber, la explotación y el comercio ilegal de los recursos naturales y la cultura de la impunidad.
El gobierno congoleño debe emprender sin demora reformas institucionales para garantizar el respeto del Estado de derecho, favorecer una cultura de los derechos humanos y restablecer la confianza en las instituciones, especialmente las encargadas de garantizar la seguridad y hacer justicia.
Dado que la comunidad internacional lleva un año pidiendo que se sancione la agresión y la ocupación de Ucrania por parte de su vecino ruso y que se le preste todo el apoyo y la asistencia necesarios, pedimos a la opinión pública y a los responsables políticos, tanto nacionales como internacionales, que utilicen todos los medios necesarios para poner fin sin demora a esta nueva escalada de violencia en el este de la RDC.
La estabilidad en el corazón de África es esencial para la paz y la seguridad internacionales, pero también para la economía mundial y la transición energética. Es urgente poner fin a las agresiones reincidentes de los países en la base de la desestabilización de la RDC recurriendo a un régimen de sanciones y de condicionalidad de la ayuda. Los países y las instituciones socias de la RDC, en particular los co-garantes del Acuerdo-Cuadro, no pueden tolerar más estas violaciones flagrantes del derecho internacional sin protestar.
Si se quiere mantener un estado de derecho respetado a escala internacional, hay que poner fin a la indignación selectiva, al humanismo de geometría variable y a las políticas de doble rasero que generan un déficit de confianza y credibilidad en las instituciones internacionales y en el multilateralismo. A défaut d'appliquer les principes d'équité et de cohérence, un réel danger guette notre système de sécurité collective et la rue africaine désabusée s'orientera vers Poutine.
La souffrance est universelle et la soif de dignité et de justice l'est tout autant. Le sang des Congolais a trop coulé. A l'instar de tous les peuples, la Nation congolaise a le droit de disposer d'elle-même, et de vivre en paix. Si los desafíos son numerosos, el camino de la paz es posible. Pasa por más seguridad, más responsabilidad en el comercio mundial, más justicia y más democracia. Je gage qu'ensemble, avec une volonté politique renouvelée de la RDC et de la communauté internationale, nous y arriverons.
Denis Mukwege
Premio Nobel de la Paz 2018