DECLARACIÓN DEL DR. DENIS MUKWEGE SOBRE LA PROHIBICIÓN DEL GOBIERNO DE LA RDC DE FILMAR

El Ministro de Medios de Comunicación de la República Democrática del Congo prohíbe la proyección del documental "El hombre que cura a las mujeres - La ira de Hipócrates "**
-----------------------------------

(Bukavu, RDC) La siguiente es una declaración del Dr. Denis Mukwege, fundador y director médico del Hospital y Fundaciones Panzi:

"Lamentamos mucho tener que confirmar que hemos sido informados de la prohibición de proyectar el documental de Thierry Michel y Colette Braeckman en la RD del Congo. 

"Asistimos a los estrenos de la película en La Haya, en Bruselas y en París. Estamos impacientes por que nuestros compatriotas la vean en su país. Esta película se hizo para ellos. Esta película les pertenece.

"La decisión del ministro de Medios de Comunicación de la RDC de censurar la película pone de manifiesto la voluntad del gobierno de negar al pueblo congoleño su derecho de acceso a la información, a su historia y su derecho a la memoria colectiva, y a contar la verdad. Esta decisión demuestra la intención del ministro de manipular y controlar al pueblo.

"En efecto, vivimos bajo un clima de opresión, de deterioro de los derechos humanos y de sufrimiento con restricciones a nuestra libertad fundamental.

"Esta censura se suma a una larga lista de casos en los que fuimos blanco de ataques. En 2008, recibimos el Premio de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, que compartimos con otros audaces líderes en el ámbito de los derechos humanos. En nombre del pueblo congoleño, el Premio de Derechos Humanos supuso un reconocimiento muy necesario del sufrimiento y el conflicto al que nos enfrentamos. El gobierno de la RDC cerró el acceso a esta información, silenciándonos a nosotros y a todas las personas interesadas de nuestro país. Se prohibió a las emisoras de radio y a las televisiones congoleñas dar a conocer esta información a su audiencia.

"Hace casi un año, más de 700 diputados del Parlamento Europeo, en representación de los 28 Estados miembros de la Unión Europea, concedieron por unanimidad el Premio Sájarov a la Libertad de Conciencia a mi persona y, por extensión, a las mujeres congoleñas víctimas y supervivientes de actos de violencia sexual y de género. El Premio Sájarov tuvo eco en los medios de comunicación de todo el mundo, excepto en la República Democrática del Congo, donde sólo unos pocos pudieron conocer la noticia. 

"En enero de 2015, estallaron manifestaciones generalizadas en Kinshasa y en toda la República Democrática del Congo, en las que los ciudadanos expresaron su oposición a una revisión constitucional y a los cambios propuestos en nuestro sistema electoral. Se enfrentaron a una sangrienta represión de sus derechos, acompañada del amordazamiento de la prensa libre, la obstaculización del acceso a Internet, en particular mediante el bloqueo de las redes sociales, y la interrupción de las señales de radio y televisión, e incluso de medios individuales como RFI.

"Tomar estas medidas no demuestra en absoluto el honor de nuestros representantes, y daña aún más la imagen de nuestro país y de nuestros dirigentes. 

"Hoy es incomprensible que los testimonios de las mujeres y de la sociedad civil en este documental que relata la dura realidad vivida por decenas de miles de mujeres en los últimos veinte años, pero también su capacidad para recuperar la fuerza y vivir con dignidad, se refleje tan mal en las autoridades que han decidido prohibirlo, silenciando de hecho a estas ciudadanas.

"Jesús dijo: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres". Esperemos que esta prohibición sea temporal, porque la verdad, aunque sea difícil, estaba y sigue estando destinada a emerger."

###

Contenido relacionado

Initiative Humanitaire AuroraPrix Aurora pour l’éveil de l’humanité

Mesdames et Messieurs, C’est avec une profonde humilité et responsabilité que j’accepte le Prix Aurora pour l’éveil de l’humanité. Cet honneur reconnaît non seulement nos luttes communes, mais amplifie également les voix de ceux qui ont souffert en silence et dont les appels à la justice restent souvent ignorés. Au cœur de mon Congo bien-aimé, […]