La igualdad de género en materia de salud es esencial para luchar contra la pobreza e instaurar un desarrollo y una paz duraderos. El género es un factor determinante de las desigualdades en materia de salud, tanto en el acceso como en la calidad de los servicios de salud. El proyecto TUMAINI "Salud y derechos de las mujeres, los adolescentes y los niños" pretende reducir estos obstáculos, transformando las relaciones injustas entre los géneros en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos (SDSR).
Los resultados del reciente sondeo1 de datos de base realizado entre los pacientes de los servicios de SDSR de los establecimientos asociados al proyecto han permitido explorar la experiencia de estos beneficiarios y poner de manifiesto las desigualdades que, por falta de datos probatorios, suelen subestimarse. Como en la mayoría de las sociedades, en la República Democrática del Congo (RDC), el peso de la responsabilidad y de la planificación familiar en materia de salud sexual y reproductiva recae esencialmente en las mujeres. De hecho, las mujeres están más representadas, tanto entre los beneficiarios de servicios de planificación sexual (94,6%) como entre los de servicios de salud sexual (95,3%) y de prevención y tratamiento del VIH y otras ETS (93,7%), y ello a pesar de los esfuerzos de los centros de salud y de los interlocutores de la sociedad civil por favorecer la participación y la responsabilización de los hombres a estos niveles. A pesar de que representan la mayor parte de los pacientes, se enfrentan a numerosos obstáculos para acceder a la atención sanitaria que les es específica.
A esto hay que añadir las barreras económicas. Las mujeres corren más riesgos que los hombres de enfrentarse a dificultades financieras para acceder a la asistencia sanitaria. No sólo son menos numerosas que los hombres a la hora de afiliarse a una mutua de salud (el 7,1% de las mujeres frente al 17,3% de los hombres) o de mantener un seguro de salud (el 9,4% de las mujeres frente al 21,2% de los hombres), sino que también corren un mayor riesgo que las mujeres de tener que hacer frente a dificultades financieras para acceder a la asistencia sanitaria,2% des hommes), mais elles sont plus nombreuses à rapporter que leurs frais médicales non couverts représentent plus de 25% de leur revenu personnel annuel (46,7% des femmes versus 38,4% des hommes). Si bien es cierto que una gran proporción de los beneficiarios encuestados (66,6% de las mujeres frente al 43,1% de los hombres) considera improbable poder sufragar sus gastos médicos en concepto de SDSR si éstos llegaran a ser de pago. Estas barreras económicas pueden tener una importancia central en el acceso a los SDSR de estos beneficiarios frágiles. Por otra parte, más de dos tercios de la población ha tenido que renunciar a la asistencia sanitaria en el último año, debido a la falta de medios financieros. Estas dificultades de acceso tienen repercusiones importantes en la salud de la población, especialmente en la salud materna e infantil. Como dice una de las mujeres interrogadas: " Estoy siempre enferma porque no he recibido atención médica por falta de medios". "
Las deficiencias en el acceso a la atención sanitaria son aún más preocupantes, por lo que muchos hospitales exigen precaución antes de dispensar la atención, incluso en el caso de la atención maternal, como los embarazos, lo que hace que muchas mujeres prefieran ir a casa, con todos los riesgos que ello conlleva. Incluso cuando se esfuerzan por encontrar los medios financieros para acceder a los servicios, su experiencia en materia de atención sanitaria difiere en gran medida de la de los hombres.
En effet, que ce soit au niveau de leur expérience générale, de leur perception du comportement du personnel soignant à leur égard ou de leur satisfaction face à la continuité, la qualité des services qui leur sont offerts, semble nuire à l'accès des femmes aux services de SDSR. Muchas beneficiarias señalan que no tienen ni colchones ni ropa y que a menudo se ven obligadas a compartir su ropa. Plusieurs femmes décrient également les conditions d'hygiène, notamment dans les maternités, les salles d'accouchement et les toilettes des établissements, qu'elles ne jugent pas adaptées (ex. manque d'accès à un point d'eau, propreté, etc.). Otros se refieren a las deficiencias de aprovisionamiento de los servicios de SDSR, donde la imposibilidad de acceder a aparatos y medicamentos puede tener un impacto mayor en la salud del paciente. Como señala uno de los beneficiarios, "[le] faltan ciertos materiales médicos [...] y ciertos medicamentos que pueden facilitar el tratamiento de los pacientes y esto puede hacer [que] los pacientes mueran o se vean en la obligación de ser trasladados a Bukavu (nb. centro hospitalario regional) ".
La experiencia de las mujeres beneficiarias de atención sanitaria en materia de DSR del proyecto TUMAINI pone de relieve la importancia de abordar los diferentes obstáculos que favorecen las desigualdades de género en la atención sanitaria con el fin de mejorar la prestación, la gestión y la accesibilidad de los servicios de salud.
1 Los datos relativos a la calidad y la utilización de los servicios de salud por parte de los beneficiarios de los servicios de SDSR se recogieron mediante un cuestionario de preguntas cerradas (108 preguntas) y una pregunta abierta de respuesta larga. La recogida se realizó en dos momentos, del 29/06/2022 al 22/07/2022 (supervivientes y beneficiarios vulnerables) y del 13/09/2022 al 21/09/2022 (otros beneficiarios). Au total, 771 bénéficiaires des services de SDSR de quatre centres et de cliniques mobiles des établissements associés au projet ont répondu au sondage.
Sobre el proyecto Tumaini :
Llevado a cabo por la Fundación Panzi con la Unidad de Salud Internacional y el Observatorio de Salud de la Universidad de Montreal, el proyecto TUMAINI, Salud y derechos de las mujeres, los adolescentes y los niños , abarca las actividades de la Fundación y del Hospital de Panzi. A partir de la visión del Dr. Denis Mukwege y de la contribución de la Universidad de Montreal, el proyecto refuerza los servicios ofrecidos a las supervivientes de violencia sexual y se basa en el género y las capacidades de la Fundación Panzi en cuatro zonas de salud de Sud-Kivu, en la República Democrática del Congo, y en tres provincias de Burundi. Los tres componentes principales del proyecto son la mejora de la prestación y la gestión de los servicios de salud, la mejora del acceso sociocultural, financiero y geográfico a los servicios de salud y la promoción de políticas, marcos jurídicos y servicios de atención sanitaria basados en conocimientos e investigación. El proyecto moviliza a varias facultades de la Universidad de Montreal e incluye un componente transversal de investigación operativa.
Desde una perspectiva de equidad, la iniciativa se ha estructurado para incluir a las personas más marginadas y vulnerables. En aras de la perennidad y la durabilidad, la iniciativa prevé el refuerzo de los recursos locales y una integración consecuente de los retos medioambientales, de igualdad entre los géneros y de derechos de la persona que serán objeto de intervenciones específicas y transversales. Se abordan retos a escala local, provincial, nacional e internacional. La iniciativa contribuirá asimismo a la consecución de varios Objetivos de Desarrollo Sostenible. El proyecto Tumaini cuenta con el apoyo financiero de Canadá, concedido por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá.