El pasado 20 de julio, la Fundación Panzi desplegó un equipo en el campamento Don Bosco, en Goma, para proporcionar vivienda a 3.915 familias desplazadas y kits de higiene y dignidad a 2.884 mujeres..
Esta intervención afectaba especialmente a las mujeres y jóvenes desplazadas por la guerra, ya que el riesgo de violencia sexual y de género aumentaba durante el período de desplazamiento. El proyecto también tenía como objetivo mejorar sus condiciones de salud sexual y reproductiva protegiéndolas de las enfermedades urogenitales que podrían derivarse de la falta de higiene menstrual.
Desde marzo de 2022, los campos de refugiados se han multiplicado en los alrededores y en el interior de la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte, debido a los violentos enfrentamientos entre el ejército congoleño y la rebelión del Movimiento 23 de Marzo (M23). El M23 es un grupo armado que ha perpetrado numerosos crímenes de guerra y actos terroristas en el noreste de la República Democrática del Congo desde 2012.
Oficialmente disuelto desde 2013, el M23 ha vuelto a emerger en el norte de Kivu, en el triángulo frontal de Bunagana, que separa el Congo de Ruanda y de Uganda. Desde 2022, la comunidad internacional reconoce que el M23 cuenta con el apoyo de las autoridades ruandesas[1]. La reanudación de la actividad y la violencia de este movimiento terrorista, acompañada de la toma de control de grandes aglomeraciones en los territorios de Rutshuru, Nyiragongo y Masisi, hasta las puertas de la ciudad de Goma, ha llevado a miles de familias a abandonar sus aldeas para refugiarse en los campamentos del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados en las inmediaciones de Goma.
Sobreviviendo tanto bien como mal a esta crisis humanitaria en la precariedad de los campos, las familias desplazadas se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema y se enfrentan a numerosos abusos. Los informes de las Naciones Unidas señalan un recrudecimiento de las violaciones graves de los derechos humanos en los campos de refugiados, entre ellas más de 38.000 casos de violencia sexual. Varias organizaciones no dejan de lanzar un SOS en favor de los desplazados de guerra, acantonados en los campos de refugiados de Nord-Kivu, privados del mínimo vital.
La Fundación Panzi está comprometida con el apoyo a estas familias y reconoce que ninguna ayuda de emergencia podrá eliminar el horror de la guerra y el trauma sufrido por estas comunidades. Sólo la justicia transicional y una paz duradera podrán ofrecer a las nuevas generaciones el disfrute de una vida sin violencia.
El 28 de abril, el Dr. Denis Mukwege anunció la puesta en marcha de un proyecto humanitario de urgencia en favor de las familias desplazadas en los campos de refugiados de Goma y la asunción por parte de la Fundación Panzi de los gastos de escolaridad y de participación en el Examen de Estado de 771 alumnos desplazados.
La intervención comenzó el 20 de julio y permitió a cada familia desplazada en el campamento Don Bosco recibir un kit alimentario: 25 kg de arroz, 5 litros de aceite vegetal, 12,5 kg de harinas, 25 kg de harina de maíz y 5 paquetes de sal de cocina. Además, las mujeres y las niñas refugiadas han recibido un kit de higiene compuesto por un paño, servilletas higiénicas, pañales, un par de babuchas, dos bidones para recoger el agua, dos cajas de cucharas, una cuchara de aseo, un paño y una pieza de dentífrico con un cepillo de dientes.
Cette intervention est appuyée par Caritas Italie, avec une contribution de l'AMADE.
[1] Informe del Grupo de Expertos de las Naciones Unidas sobre la República Democrática del Congo