Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos

El 19 de junio de 2021, nuestros pensamientos están con todas las víctimas de una de las armas más devastadoras de la guerra, la violación y la violencia sexual como estrategia de dominación y terror en tiempos de conflicto. Un arma deshumanizada que aterroriza a las familias durante varias generaciones y que destruye totalmente el tejido familiar y social. También pensamos en esas mujeres fuertes que, en todo el mundo, han decidido valientemente romper el silencio y que luchan por la justicia, la verdad y la reparación.

En este Día Internacional para la Eliminación de la Violencia Sexual en los Conflictos, rendimos homenaje a estos supervivientes de Kosovo, Irak, Japón, Colombia, República Centroafricana, Uganda, Etiopía, Malí, Guinea, RDC y otros lugares. Pensamos en los supervivientes y activistas de la red mundial de supervivientes de SEMA que, cada día, alzan la voz, a veces arriesgando la vida, para que sus experiencias, que forman parte de nuestra humanidad común, no sean olvidadas. Para que sus historias no se repitan.

Las terribles historias de todas estas víctimas resuenan en nosotros. El mundo no puede seguir escuchándolas y permanecer en silencio: tenemos el deber de comprometernos a hacer todo lo posible para acabar con la violencia sexual utilizada como arma de guerra en todos los conflictos del mundo.

Cada día, desde hace casi treinta años, mujeres, niñas, hombres, niños e incluso bebés son agredidos sexualmente por hombres armados en la RDC, a menudo con extrema violencia.

La prioridad es poder atender a estas víctimas para que reciban asistencia médica, psicosocial, jurídica y de reinserción socioeconómica. Unas 60.000 mujeres han sido atendidas en nuestras estructuras desde 1999, pero ¿cuántas no llegan a nosotros?

¿Cuántos no sobreviven a los traumas físicos o se suicidan? ¿Cuántos no se atreven a hablar y a cargar con el peso de la vergüenza que no deberían llevar?

Esta atención holística es esencial, pero no es suficiente: las víctimas y los supervivientes también tienen derecho a la verdad y a la reparación.

La cultura de la impunidad sigue prevaleciendo en la RDC, aunque todo el mundo sabe que los esfuerzos por la justicia y la rendición de cuentas son las mejores herramientas para garantizar la no repetición de estos atroces crímenes.

Abogamos por el establecimiento de mecanismos de justicia transicional para romper la espiral de violencia e impunidad. Los crímenes contra la humanidad -incluida la violencia sexual- se han mantenido durante décadas porque los autores rara vez rinden cuentas.

La única manera de que el país avance es garantizar que los crímenes pasados y presentes sean llevados ante la justicia y que los supervivientes y las comunidades reciban reparaciones individuales y colectivas por el trauma que han sufrido. Es fundamental completar el proceso de curación. Hay que ir más allá de la justicia retributiva para que toda la sociedad reflexione sobre el lugar de las mujeres en la sociedad, su posición económica, la educación que damos a nuestros hijos, etc.

"Ante la ausencia de una respuesta firme y adecuada por parte de la comunidad internacional, abogamos por la adopción de una convención internacional para la eliminación de la violencia sexual como arma de guerra. Ha llegado el momento de trazar una línea roja contra estos crímenes que avergüenzan a nuestra humanidad común. Una línea roja que sería sinónimo de sanciones legales, políticas y económicas".

Dr. Denis Mukwege

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