Llegar a los supervivientes en la última milla
Muchos supervivientes viven en aldeas remotas y de difícil acceso que carecen de servicios sanitarios. Los equipos móviles de Panzi viajan en avión, moto y a pie para llegar a estos supervivientes y ofrecerles la atención de primera clase que merecen, estén donde estén.
Misiones de respuesta rápida
Las milicias armadas suelen utilizar la violación como arma de guerra para ejercer su poder sobre las comunidades aterrorizadas. En muchos casos, cometen violaciones masivas, obligando a pueblos enteros a huir de sus tierras y destruyendo el tejido social de la comunidad. Cuando Panzi recibe la noticia de una violación masiva, desplegamos equipos de médicos, asistentes psicosociales y abogados para que presten atención sobre el terreno. En muchos de estos casos, los equipos recorren kilómetros a través de la densa forestación en zonas controladas por la milicia, con gran riesgo personal, donde no hay ninguna otra ONG o respuesta humanitaria. Una vez que llegan a los supervivientes, hacen una crónica metódica y compasiva de los crímenes que estas mujeres y niñas -y a veces también los hombres- han sufrido.
clínicas móviles
Además de desplegar equipos de emergencia, Panzi también amplía el acceso a la atención sanitaria de calidad a las zonas de salud de todo el este de la RDC mediante clínicas móviles. Estos equipos están formados por personal médico, asistentes psicosociales y abogados, y se desplazan a las zonas de salud para identificar y tratar a las mujeres y niñas que sufren traumas ginecológicos graves, como fístulas y prolapso de órganos. Además de proporcionar una atención integral a estas mujeres, también abastecen a las zonas de salud que visitan con medicamentos y suministros muy necesarios, y proporcionan atención médica general a toda la comunidad.
Además, Panzi se asocia con las clínicas locales de salud para asegurarse de que tienen un stock fiable de kits de profilaxis post-exposición, o "kits PEP". Estos kits contienen un potente conjunto de medicamentos que pueden ayudar a evitar que una superviviente se quede embarazada o contraiga el VIH u otras ETS, si se toman en las 72-96 horas siguientes a la violación. Este proyecto lo lleva a cabo nuestro socio, Global Strategies.